Un ladrón de tiempo poco conocido: el «Trabajo de Mentira»

Hay un ladrón de tiempo del que apenas se habla. Y es el «Trabajo de Mentira» es una de las trampas más gordas en las que cae la gente. Se trata de cosas del trabajo que aparentan ser necesarias, incluso importantes, que te mantienen muy ocupado, pero luego te dan muy pocos resultados o ninguno.

Detrás de este ladrón de tiempo se esconden tareas o rutinas que te convencen que las tienes que hacer, y que incluso «hay que asegurarlas porque son importantes». Pero lo cierto muchas de ellas son prescindibles, y en el caso de no poder eliminarlas, se deberían hacer desgastándose lo menos posible.

A causa del «Trabajo de Mentira» perdemos montones de Tiempo—Energía—Atención todos los días. Pero es que, además, te quitan Foco, alejando tu atención de lo importante y poniéndola en cosas menores. Podemos decir por tanto, que poniendo esfuerzo y tiempo en estas tareas obtenemos un «Resultado Negativo», pues quitan más que dan.

Mucho se ha hablado y escrito sobre los mal llamados «ladrones del tiempo»… y no se suele incluir uno de los más peligrosos: el «Trabajo de Mentira».

¿En qué fijarse para detectarlo?

No se puede delimitar e identificar claramente, pues cada trabajo, proyecto y persona puede tener un Trabajo de Mentira diferente. Algo que para mí puede ser irrelevante o negativo, en tu trabajo puede ser indispensable. Pero si quieres comprobar si lo tienes o si caes en él, puedes fijarte en los siguientes detalles:

  • Hay una enorme descompensación entre lo que te piden y lo que te dan. Te piden bastante tiempo pero luego, en el fondo, te dan resultado cero. O incluso negativo, pues te separan de otras cosas que sí te permiten avanzar.
  • Detrás de esas tareas y actividades no suele haber un objetivo claro, no tienen propósito o significado. Y si lo tienen, no está alineado en absoluto con lo que tú buscas. Pero aparentemente te convencen lo contrario (recuerda que nos engañan mucho).
  • A veces son cosas que nos vienen impuestas o sugeridas por otros, y eso hace que no las cuestionemos. Pero igualmente son vacías y en el fondo no te van a aportar. No suman sino que restan.
  • Son cosas que te mantienen activo, ocupada, incluso “muy liado”. Cosas en las que prima la acción y multitarea, la actividad rápida y hasta frenética, el ir y venir. Con eso, una vez más, nos engañamos. E instintivamente te hacen creer que son parte del éxito diario.
  • Muchas veces son tareas y actividades no planificadas ni preparadas ni justificadas pero que llegan con muchas prisas. Son cosas que llegan de repente y, bajo la apariencia de imprevistos o incluso urgencias, exigen hacerse de forma inmediata. En el fondo son prescindibles.
  • También son cosas que les vemos a hacer a otros. Tal vez a compañeros de trabajo, amigos, incluso el jefe. Y nosotros las copiamos. Tal cual. Las incluímos en nuestra agenda y rutinas porque las hacen otros o están de moda (esto pasa mucho con cosas de Internet y Redes Sociales).

Haz el ejercicio y evítalo

En conclusión, te animo a hacer el ejercicio de evaluar si estás cayendo en este ladrón de tiempo. Por todo lo que puede llegar a quitarte… o regalarte si lo evitas o lo reduces a lo mínimo imprescindible.

De hecho, ese ejercicio está dentro de uno de los hábitos de trabajo que más tiempo llevo practicando. Consiste en evaluar semanelmente la parte «cualitativa» de mi trabajo, de cómo trabajo. Es lo que yo llamo «mi «salud productiva». Y una de las cosas que miro es si me he dejado atrapar por ese tipo de tareas/actividades/rutinas que me pueden quitar mucho y casi no me dan nada o incluso me quitan.


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