Terminar tareas, rematar cosa a medias y cerrar frentes abiertos, es esencial si buscas vivir con plenitud, trabajar con productividad. Es así desde hace años pero ahora más. Y no solo por lo más evidente e inmediato: vaciar mi lista de tareas y concentrarme en cosas nuevas, sino porque reduce una plaga cada vez más extendida: la dispersión, la falta de foco, y estar a mil cosas pero sin
Terminar como base del éxito diario
Completar tareas sin dejarlas a medias es una habilidad crucial que te define. Al dominarla y convertirla en hábito, te transformas en una persona única y eficaz. Y si formas parte de un equipo, esa energía se propaga y se percibe por todos: tus clientes, tu jefe, tus compañeros…
¿Qué te brinda este enfoque? Mayor control, más tareas completadas, mejores resultados y avances, mayor enfoque y dirección, más calidad y detalle, satisfacción y entusiasmo por lo que viene.
No un deseo sino algo concreto
El «Hábito del Terminator» (como lo he bautizado yo) es vital en mi vida y mi trabajo. Hasta el punto de incluirlo dentro de mi lista de los 10 Superhábitos que aparecen en mi libro. Y yo lo practico de una forma muy concreta…
Para no caer en la habitual trampa de que todo se quede de convertirlo en un deseo o una intención («tengo que cerrar las cosas»), lo traduzco en una fórmula diaria: terminar cada día una tarea o “cosa” que esté a medias o sin rematar. Por lo menos una. Y hay muchos días en los que son más.
Nada cansa más que el recordatorio constante de la tarea sin terminar.
— William James.
No obstante, programar tu mente en modo “Terminator” no es tarea fácil. Nuestra naturaleza y el entorno nos llevan a iniciar múltiples tareas, saltar de una a otra, atender peticiones y abrir nuevos frentes. Pero, ¿cuántas de esas tareas terminamos realmente?
No se trata de cuánto hagas, sino de cuánto termines.
Lo que realmente importa son las tareas que cierras y entregas. De lo contrario, solo generas más estrés, desbordas tus límites y te vuelves más desenfocado y abrumado. Y además, contribuyes a alimentar al monstruo de la Procrastinación.
EL “Desafío Terminator”
De ahí lo de convertirlo en un objetivo y no una mera intención. Y eso es lo que te propongo: que desde ahora sumes a tus metas diarias este “Desafío Terminato”, porque va a marcar la diferencia.
Y todo parte de una pregunta muy directa:
«¿Qué única cosa podría terminar? Aquí y ahora, ¿tengo algo que está sin terminar?»
Antes de comenzar una nueva tarea o distraerte, detente y hazte esta pregunta mágica. Parece sencillo, ¿verdad? Aplícala hoy mismo y comprueba los resultados por ti mismo.
¿Aceptas este Desafío Diario?
¿Por qué es tan efectiva? Porque te centra y dirige tu atención hacia lo más importante en ese momento. Ya sea escribir un correo pendiente, hacer una llamada o finalizar un presupuesto, esta pregunta te guía hacia acciones concretas que construyen resultados.
Este “Desafío Terminator”, este objetivo concreto para cada día te obliga a enfocarte, concretar y dirigir tus esfuerzos, evitando que te pierdas entre múltiples tareas. Aunque haya más cosas llamando a tu puerta, piensa aquí y ahora:
«¿Qué única cosa podría terminar? Aquí y ahora, ¿tengo algo que está sin terminar?»
¿Asumes el desafío? Ojalá que sí, porque si lo practicas a diario, o incluso varias veces al día, vas a dar un salto gigantesco en tu manera de vivir y trabajar. Estoy convencido de que los resultados te encantarán.