Hace unos días impartí una charla en una empresa y en un momento de la sesión me hicieron esta pregunta: «Berto, ¿cuál es tu herramienta productiva número uno?» La pregunta me la hicieron pensando en aplicaciones pero yo respondí esto: la «Atención». Más en concreto la «Concentra-Atención», tu capacidad para estar totalmente centrado y enfocada en una tarea, actividad o persona, con una intención y objetivo claros.
Algo imprescindible, algo que escasea
¿Cuándo fue la última vez que conseguiste una hora de trabajo así? Hablo de una hora completa sin distracciones tuyas y sin interrupciones de los demás. Una hora en la totalmente centrado y enfocada a lo que hacías. Tal vez hoy mismo, hace unos días o semanas… ¿Lo tienes ya? Bueno, ¿y cómo trabajaste? ¿Cómo te salieron las cosas?
Podemos rendir mucho mucho más de lo que lo hacemos. Y no hablo de trabajar más, por supuesto. Eso nunca está en mi mente. No quiero Hábitos para trabajar más sino para trabajar mejor.
Nuestra Productividad, nuestro rendimiento, el hacer bien las tareas e incluso hacer más, todo está a merced de lo que dicte el móvil, la última notificación, el correo que acaba de llegar o de un un compañero que se acerca a nuestra mesa…
En lugar de tener dos o hasta tres horas de Concentra-Atención tenemos contados ratos o pequeñísimos momentos de cierta atención. Así es imposible que nos lleguen las horas del día. O luchamos para conseguir periodos más prolongados de Concentra-Atención… o el día a día ganará siempre la batalla.
Un tesoro, la llave de muchas cosas
Esa Concentra-Atención es uno de los tesoros más grandes que tienes en tu trabajo, en tus estudios, tu vida personal y familiar… porque es lo que conecta todo lo que eres con lo que haces. Hace que todo tu conocimiento, experiencia, tus virtudes, capacidades y habilidades se concentren en un único punto y un momento, y eso puede ser cualquiera de estas cosas, fíjate…
- Una tarea de gran impacto de uno de tus proyectos y que tienes que terminar esta misma mañana. Si estás concentrado, puedes encontrar ritmo y avanzar, encontrar ideas y poner más calidad en ella. Te costará menos hacerla y además podrás imprimir más calidad y nivel de detalle en ella.
- Una reunión con un cliente donde te está exponiendo un problema que tienes que resolver. Si estás atento, puedes asimilar lo que dice, discurrir a medida que habla, buscar alternativas, e internamente irás descifrando el problema hasta dar con una buena propuesta. Lo mejor de ti está justo ahí.
- Un rato de charla relajada con algún amigo o alguien de tu familia. Tal vez comentáis cómo ha ido su semana, alguna anécdota y donde os reís juntos un buen rato. Si estás atenta, presente y consciente, disfrutarás de verdad de su compañía, de las anécdotas, de todo lo que habláis. Esa Concentra-Atención te permite descansar de verdad, sentir de verdad la conexión con esa persona.
Pero esa crucial Atención está en peligro de extinción. Cada vez vivimos en un mundo más distraído, más conectado, más saturado, más desenfocado, más alejado de lo que hacemos y lo que nos pasa. Hoy mandan las distracciones. Tiran más de nosotros las notificaciones, los correos, las alertas, las menciones, los “replies”, los mensajes, las etiquetas y las actualizaciones. La multitarea.
Sé que hablar de la Concentra-Atención, promoverla así, llenando minutos de un Podcast, un artículo, un webinar o un video de YouTube, me puede hacer parecer como un marciano. Lo digo porque en el mundo híperconectado y ultranotificado en el que vivimos, la Atención no llama la atención. La Atención no está de moda.
Convertir esa Atención en prioridad
Pero hay una grandísima noticia: en cuanto empiezas a cuidar tu Atención, todo cambia. Mejor dicho, cambias tú. Porque la Atención mejora tu agilidad mental, tu capacidad intelectual, tu creatividad y flujo de ideas; y de rebote la calidad de lo que haces, tu efectividad y eficacia, e intensifica los momentos y situaciones que vives a diario. En casa y en el trabajo.
Para conseguir esa pieza, la Concentra-Atención, no tienes que comprar la última tablet, instalar una megaplicación de productividad, o poner patas arriba tu sistema de tareas. La Atención ya la tienes contigo, está «instalada» dentro de ti, solo hace falta que la conviertas en un objetivo diario.
¿Quieres ser mejor profesional, mejor jefa o directiva, mejor estudiante, mejor emprendedor o elevar tu bienestar como persona? Pelea por tener una hora al día de Concentra-Atención. Lo repito: una hora al día de Concentra-Atención real y total. Bueno, si incluso puedes más de una hora tanto mejor… pero hay que ser realistas, y muchos de nosotros no podemos más aunque queramos.
Te animo a tomártelo en serio… hazlo de verdad. Convierte la Atención en una de tus grandes prioridades. Hoy mismo, comprométete y pelea para conseguir una sola hora de Concentra-Atención. Y repítelo mañana. Y pasado, y pasado… y así todos los días hasta que se convierta en Superhábito tuyo.