No pierdas ni una idea: 3 Pasos para Guardarlas y Trabajarlas después

Las buenas ideas escasean… y las que tenemos muchas veces se pierden entre tanta distracción, hiperactividad, montones de bandejas de entrada, conversaciones, mensajes…., o bien por no tener un sistema bien definido para guardarlas y trabajarlas. Y ahora más que nunca necesitamos esas ideas. Para el trabajo, claro, pero también para las cosas de casa, de familia o tus proyectos personales.

Las ideas pueden ser como mariposas, apareciendo y desapareciendo en un instante. Por eso es fundamental contar con un sistema definido para guardar ideas y trabajarlas después. Te voy a hablar del sistema que llevo usando durante casi veinte años, y que tanto me ha ayudado a mejorar mi productividad y creatividad. A continuación, te cuento los tres pasos de mi sistema, y seguro que te sirve de inspiración para crear el tuyo propio o mejorar el que ya tienes actualmente.

1. Centraliza tus Ideas: un solo «Nido» para todas

El primer paso es contar con un único lugar o herramienta donde guardar y centralizar todas las ideas que vayas recopilando, como si fuese un «nido» para tus mariposas. Puedes utilizar la aplicación de Notas que viene con tu teléfono o sistema operativo, o bien optar por aplicaciones específicas como Notion, Obsidian, Evernote, OneNote, entre otras.

Dentro de tu “nido” de ideas, crea un apartado especial o carpeta donde almacenar las ideas nuevas que aún no has decidido cómo utilizar, como si fuese una sala de espera. Para evitar que las ideas se acumulen sin ser atendidas, te recomiendo revisar esta carpeta al menos una vez a la semana.

2. Atrapa las Ideas: no Dejes que se Escapen

No dejes que esas valiosísimas chispas se pierdan por las distracciones, la multitarea o las prisas del momento. Como decía el gran Santiago Ramón y Cajal, “Las ideas duran muy poco, hay que hacer algo con ellas”. Lo primero que debemos hacer es guardar ideas o anotarlas antes de que vuelen lejos.

Imagina que estás tomando un café con amigos y, de repente, se te ocurre una idea genial para un proyecto en el trabajo. En lugar de confiar en tu memoria, aprovecha la tecnología y guarda tus ideas rápidamente en tu teléfono móvil. Puedes escribirlas o, si lo prefieres, utilizar notas de voz. Así, capturas la idea y puedes seguir disfrutando de lo que estabas haciendo. Lo que te resulte más cómodo, o sea más adecuado para cada situación.

3. Trabajar y Madurar tus Ideas: haz que Florezcan

Una vez que hayas capturado y almacenado tus ideas, es fundamental regresar a ellas para trabajarlas y madurarlas, como si fuesen plantas en un jardín. No se trata de guardar para acumular. Analiza si la idea es «un brote prometedor o si es una planta que no dará frutos».

Trabajar y madurar tus ideas también implica cuidarlas, añadir detalles nuevos, incluir ideas complementarias que encuentres en Internet o mejoras que se ocurran por el camino, como si las estuvieses podando y abonando. Si decides que una idea merece florecer, trasládala a tu lista de tareas y conviértela en acciones concretas, como si fuesen los frutos de tu jardín.

A lo largo de los años, mi sistema para organizar y trabajar con ideas ha sido como una llave maestra que me ha permitido aprovechar al máximo mi potencial creativo y mis habilidades… a pesar de mis numerosas limitaciones. Ojalá te ayude tanto como a mí en tu trabajo, proyectos personales, familia, tiempo libre…


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