Segunda entrega de esta especial recopilación y resumen de parte de lo que ha sido mi 2009. Del software salto a la Productividad y la Gestión Personal para hablaros de los principales (buenos) hábitos que he adquirido, desarrollado o fortalecido a lo largo de este año.
Y todos estos hábitos los considero importantísimos porque con ellos he logrado por un lado eliminar otros más nocivos y a la vez he desarrollado otras buenas sanas costumbres que han corregido o bien mejorado un rincón que no funcionaba o funcionaba mal.
Algunos están relacionados con el trabajo y otros no. Sea como fuere todos ellos han contribuido a hacerme la vida mejor. Que de eso se trata. Esta es mi «playlist» personal de hábitos de 2009:
10Simplificar mi zona de trabajo
No se trata sólo de hacer Operación Limpieza un día puntual y después dejar que se vuelva a llenar de basura, papeles y material innecesario, sino de establecer y sobre todo perpetuar unas rutinas de orden, sencillez y limpieza de una zona muy importante.
Haber eliminado de mi mesa absolutamente todo lo innecesario y sobre todo el fijar momentos en la semana para mantener mi zona de trabajo limpia y ordenada me ha proporcionado sosiego, concentración y sencillez. A veces hay que actuar sobre el exterior para cambiar el interior.
9Hacer minidescansos entre tareas
Yo antes era uno de los de: «hey, mira, no he despegado el culo de la silla en cuatro horas». Ahora no. Es algo que empecé a evitar hace tiempo pero que he consolidado en este 2009. El haber comprendido la importancia de hacer minidescansos entre tareas ha sido una de las claves para conseguirlo.
No sólo sirve para estirar las piernas y el resto del cuerpo, que también, sino para ayudar a mi mente a que luego se pueda concentrar mejor. Hacer una parada de 3-4 minutos le ayuda a reajustarse y adecuarse a la nueva tarea con mucha más facilidad. Despreciar este sencillo gesto ha sido uno de los malos hábitos que me he quitado del medio.
8Combinar lo analógico y lo digital
Buena parte de mi día tiene lugar dentro de un entorno digital pero a lo largo de este año he logrado combinar (creo que bien) lo analógico y lo digital. Me encantan los ordenadores y las herramientas digitales pero soy un enamorado de la libertad y del poder creativo que te dan también las herramientas tradicionales. En mi caso personal: lápiz y papel, una pizarra y un tablero de corcho con fichas.
Mi libro, mis cursos, mis ponencias, el diseño de mis webs y gran parte de mis ideas, han surgido de una herramienta analógica y de mi cabeza. Aunque luego terminan por dar el salto al entorno digital, me encanta (y me funciona) crear ideas alejado de mi teclado.
7Madrugar… bastante
Habitualmente me levanto entre las 5 y las 6 de la mañana. Soy ave diurna y me encanta trabajar en las primeras horas de la mañana, cuando hago las tareas más importantes del día: escribir, preparar cursos o charlas y leer.
Levantarme tan temprano me permite disfrutar más del día, desayunar con muuuuuuucha más calma, aprovechar más el silencio de la mañana, sacar partido de mis 4 horas más productivas y sobre todo «estirar el día», haciendo cosas que antes no hacía o no podía. Como por ejemplo pasear media hora por el parque antes de la comida.
6Leer menos blogs pero mejor elegidos
El año pasado creo que tenía en mi lector de feeds como 500 blogs. Ahora mismo (acabo de mirarlo) tengo 42. No sólo es que lea menos blogs sino que cuido mucho más lo que leo. Antes me tragaba todo y esa lectura no siempre me aportaba. Más bien todo lo contrario.
Practicar la Dieta de la Información ha tenido que ver en ello pero sobre todo el tomar conciencia que mi vida (que no mi tiempo) es mucho más importante que un puñado de blogs a los que me había suscrito de forma impulsiva.
(La poca rigurosidad de muchos artículos, la pésima redacción, gramática y léxico de muchos redactores, y el copia-pega al que se han suscrito muchos blogs, también han contribuido a reducir mi lista de blogs.)
5Dormir la siesta
Un hábito que había practicado esporádicamente años atrás y que en el 2009 he terminado de asentar. También, claro está, porque mi trabajo me lo permite.
Una «power nap» de 20 minutos es suficiente para recargar las pilas, refrescar la mente y ponerme en forma para alguna de las actividades de la tarde. Impagable momento de calma y relajación que me proporciona la energía extra para continuar la jornada.
4Destinar más tiempo a leer libros
Me gusta leer. Siempre ha sido así pero en este 2009, y gracias también a otros hábitos anteriores, he logrado conseguir más tiempo para una de mis aficiones favoritas. Además de entretenerme, inspirarme y formarme, ese momento sentado en mi sofá me transmite quietud, calma y sosiego.
Cuando no viajo generalmente leo en tres momentos del día: a primerísima hora de la mañana (sobre 10 minutos), a mediodía (sobre 30 minutos) y por la tarde (una hora y pico).
Todos los días doy gracias porque existen los libros.
3Invertir en un descanso rico
Antes de 2009 mis fines de semana eran aburridos, monótonos y poco enriquecedores. Practicaba actividades absurdas que no me divertían ni me entretenían y, lo más importante, que no contribuían a desconectar y descansar DE VERDAD.
Ahora en el fin de semana y en el descanso durante la semana los ordenadores están prohíbidos. Pero sobre todo ahora invierto en actividades que sí me entretienen y me aportan algo: variedad, entretenimiento, cultura, diversión, etc. Es increíble cómo antes maltrataba mi descanso, un momento privilegiado para vivirlo que antes creía que era la «ausencia de trabajo».
2Apagar el móvil durante el descanso
Poner el móvil junto al mando a distancia de la televisión, poner el móvil sobre la mesa al llegar a una comida o estar mirando de reojo la pantalla de mi teléfono mientras estoy leyendo, son cosas que hacía y que ahora sin duda no hago. Cuando estoy trabajando, trabajo. Cuando estoy descansando, descanso.
Una de las mejore decisiones de este año ha sido prometerme y conjurarme para apagar el móvil (o sencillamente no atenderlo y despreciarlo) cuando es momento de descansar o bien disfrutar de la compañía de otras personas. El móvil sólo es una herramienta, sólo es un martillo, pero yo soy el carpintero.
1Vivir aquí y ahora
Está en lo más alto de mi «playlist» de hábitos porque es de lejos el mejor, más poderoso y más gratificante hábito que he logrado asentar durante este año. Y todavía no me puedo creer que haya vivido tantos años sin él.
La capacidad de estar aquí, y ahora, de ser capaz de vivir y saborear cada cosa que hago, es sin duda uno de los mayores regalos que me ha dado este año. Da igual si estoy en una reunión, paseando por el parque, contemplando un cuadro en un museo, tomando una cerveza con mis amigos, escuchando un tema de Jerry Goldsmith o leyendo un libro junto a una taza de té. Haga lo haga, ahora lo vivo.