Descubre en 4 Pasos Cómo Evitar Dejar Cosas a Medias

«Nada cansa más que el recordatorio constante de la tarea sin acabar». Utilizo esta frase de William James para introducir un problema que cada vez nos acucia más: dejar las cosas a medias. Es un problema que muchas veces está ahí sin que nos demos cuenta pero que a la larga va llevando al profesional al paraíso de la mediocridad.

Caer en el (mal) hábito de dejar las cosas a medias tiene grandes consecuencias sobre nuestra organización, eficacia, resultados…

  • Divide la atención: si tienes algo a medias e intentas hacer otra cosa, tendrás un ojo en cada cosa. No podrás poner toda tu atención (lo más grande que tienes) en lo siguiente que hagas.
  • Es un retraso disfrazado: dejar una tarea a medias es diferir un «problema». Es un frente abierto que tarde o temprano volverá sobre nosotros. Y seguramente en el peor momento
  • Da sensación de no avanzar: una tarea terminada es una tarea tachada que da sensación real de progreso y resultados. Muchas tareas a medias dan sensación real de bloqueo.
  • Aumenta el agobio: cuantas más cosas a medias pendientes, más sensación de agobio y ansiedad. Y es posible que estrés.
  • Impide empezar cosas nuevas: cuando cierras una puerta puedes abrir otra (proyectos…) con más confianza. Pero si tienes muchas a medio cerrar nunca te verás con la seguridad para empezar cosas nuevas. Las cosas nuevas te hacen crecer y aprender. Las viejas a medias no.
  • Te acostumbras a ello: como cualquier mal hábito, a base de repetirlo va creciendo en forma de espiral y acostumbrándonos a hacer las cosas así. Dentro de unos años, será todavía peor.

¿Cómo empezar a romper este mal hábito? ¿Cómo ser capaces de terminar las cosas cuando, muchas de ellas, no se terminan en un solo día? Esta es la fórmula que intento aplicarme a mí mismo. No siempre consigo seguirla (porque fallo) pero hasta ahora me ha dado grandes resultados.

Empieza con un objetivo en mente

Es mucho más fácil terminar una tarea cuando sabes para qué es, qué buscas o para quién es. Cuando uno tiene un porqué aparecen las ganas, la intención, la tensión positiva, la sana presión por terminarlo y entregarlo.

Una sola cosa a la vez

Muchas veces nos cuesta terminar las tareas porque dividimos nuestra mente en varias cosas a la vez. Cuando tu mente está enfocada en una sola tarea es más resolutiva y eficaz, tiene más tensión, más ritmo de trabajo e intensidad. Aplica el foco, elimina opciones, aparta el ruido, céntrate… céntrate en una sola cosa.

Divide y vencerás

Hay tareas que por su tamaño o duración nos cuesta terminar. Dividir esas tareas en pequeñas parcelas, es una forma inteligente de trabajar. «Primero termino esta parte, luego esta otra y luego esta». Al dividir esa gran tarea en trozos ya empiezas a trabajar con un objetivo claro: ir terminándolas una a una para completarla en su totalidad.

Revisa lo que esté a medias

Muchas veces nuestro trabajo consiste en ir cargando por la vida con tareas a medio acabar. Y al final, muchas de ellas hasta las olvidamos. A mí esto antes me pasaba mucho. Para remediarlo empecé a incluir en mi Revisión-Planificación semanal de los viernes unos minutos para repasar dos tipos de tareas muy concretas: a) Las tareas procrastinadas; b) Tareas que estaban casi terminadas.

Empezar es fácil, empezar es rápido, empezar es divertido… empezar da sensación de estar ocupado, y empezar transmite la falsa sensación de productividad. Pero empezar no significa ser productivo. Tu Productividad Personal se mide en resultados, en avances, en mejoras… en cosas pendientes hechas


También te puede interesar...