El iPad se ha convertido en una de mis principales herramientas de trabajo. Desde que lo compré (y ahora renové) no lo había utilizando tanto y con tantos usos como en estos momentos. ¿Alguna aplicación especial que he descubierto? ¿Algúna revelación? ¿O mi propia conciencia que me empuja a amortizar todo lo que he pagado por él? No, un accesorio. Un simple accesorio que ha disparado el uso y usos que actualmente le doy a mi iPad.
Un stylus y una aplicación
Cuando Steve Jobs presentó el iPad recuerdo sus comentarios sobre los bolígrafos-punteros. Es cierto que el dedo es el mejor stylus para un tablet, pero NO para ciertas tareas. Dibujar, esbozar, planear o incluso escribir, es algo que se hace mejor con un bolígrafo en la mano. Son gestos que llevamos haciendo desde niños y no resultan muy cómodos.
Fue al empezar a utilizar una aplicación, Penultimate, cuando empecé a ver las verdaderas posibilidades que me ofrecía el iPad. Y fue cuando me di cuenta que necesitaba algo más que un dedo para sacarle todo el jugo.
Con esta (fantástica) aplicación puedo tener múltiples libretas con todo tipo de contenido: esbozos, gráficos y diseños que exporto fácilmente a Evernote con un par de toques.
![ipadstylus](https://thinkwasabi.com/wp-content/uploads/2011/04/ipadstylus.jpg)
Me construí mi stylus
Antes de comprar nada decidí hacerme mi propio stylus. Utilizando un viejo bolígrafo y una esponja (sí, una esponja convencional de baño) construí mi propio lápiz-puntero (se aprecia en la foto superior). Y a fe que funcionó. Empecé a utilizarlo tanto que finalmente me decidí a comprar un stylus hecho y derecho, uno de Targus.
Usos múltiples y variados
Evidentemente los usos que uno le puede dar a un stylus y este tipo de aplicaciones (Penultimate es sólo una de las muchas que hay) depende del trabajo que desempeñe. Yo lo utilizo principalmente para:
- Esbozar diapositivas para las presentaciones de mis cursos y seminarios.
- Diseñar elementos o partes de mis páginas web.
- Hacer mapas mentales.
- Elaborar listas rápidas y checklists.
- Recoger ideas-tareas en reuniones, llamadas de teléfono, conferece calls…
- Estructurar el contenido de próximas charlas o conferencias.
- Apuntar ideas, palabras o conceptos para desarrollar (en mi curso online, libros, charlas…)
La cosa termina en Evernote
¿Lo mejor? Que cualquiera de estas cosas las puedo exportar a Evernote enviando un simple correo. Todas mis anotaciones, ideas, palabras van dentro de una imagen o un PDF que va a parar junto al resto de mi documentación y notas. Pero la cosa no queda ahí. El reconocimiento OCR de Evernote hace que pueda buscar y localizar cualquier cosa dentro de esas notas manuscritas desde el iPad.
Con este sistema de iPad-Stylus-Penultimate veo que me beneficio de la escritura tradicional (pintar y borrar, la libertad de movimiento, la expontaneidad de pensamientos, la «hoja» en blanco) pero «exporto en digital» sin tener que recurrir al papel. Y al final todo se integra perfectamente con el resto de notas e información creada en el ordenador.