Cómo trabajar en los días «cuesta arriba»

¿Qué hacer cuando nos enfrentamos a un día complicado? Complicado porque estamos desmotivados, nos faltan energías, nuestros compañeros o clientes nos lo ponen difícil o porque cada cosa que intentamos se tuerce. ¿Qué medidas tomar en un día «cuesta arriba?

Generalmente reaccionamos de forma instintiva para quejarnos, compadecernos o cabrearnos. Vale, eso es humano y normal. ¿Y luego? ¿Qué se puede hacer para salvar ese desastre de día creciente?

Corta la multitarea

Sólo una cosa a la vez. Si hacer dos a la vez es difícil, imagínate hacerlas en un día cuesta arriba. La multitarea sólo contribuye a abrir más frentes, más distracciones, más problemas y a multiplicar tu incapacidad y desesperación (ese día).

Trabaja en bloques pequeños

Para estos días la sencillísima Técnica Pomodoro funciona de maravilla. Te facilita el trabajo concentrándote en bloques de tiempo de 25 minutos (o menos si te parece mucho). En esos días, es esencial «ponérnoslo fácil».

Reduce y elimina el ruido

Ni redes sociales, ni blogs, ni messenger, ni notificadores. Tal vez todo eso en otro momento te aporte algo pero en un día como ese, sólo contribuirá a dispersarte y desconcentrarte más. Necesitas ponerte a trabajar.

Ignora tu lista de tareas

Olvídate (por el momento) de todo lo que tienes que hacer. Contemplar la lista de cosas pendientes sólo contribuirá a desanimarte y desesperarte. Elige sólo una tarea de las que tienes que hacer y concéntrate por completo en ella. Piensa que sólo existe esa tarea. Lo importante es empezar, hacer y terminar esa tarea. Las demás vendrán una detrás de otra.

Divide el día en parcelas

Si son las 10 de la mañana y estás desesperado, contar las horas que te quedan hasta regresar a casa sólo acrecentará las ganas de tirarte por un puente. Corta eso porque ni es práctico ni inteligente. Toma tu día y divídelo en trozos o parcelas de una hora u hora y media. Comprométete a hacer una tarea en cada una de esas parcelas. Piensa sólo en una tarea en una parcela.

De ese modo es muchísimo más fácil avanzar por un día complicado. En mi caso personal, cuando me encuentro con días complicados, utilizo estas dos «medidas»: 1 tarea en 1 una parcela. Luego otra y otra. Y me funciona francamente bien.

No intentes «salvar el mundo»

Días complicados los tiene que haber y los habrá siempre. Cualquier idiota puede quejarse. Lo que diferencia a un profesional de un papanatas es su capacidad para saber leer el día y sus fuerzas, y lo que hace a continuación para adaptarse. En los días cuesta arriba hay que hacer las cosas, tal cual, lo mejor que se puedan. Pero no intentar salvar el mundo ni curar el cáncer. Sólo tienes que salvar el día.


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