La «guerra» continúa. Cada vez que te pones frente al ordenador y te asomas a Internet comienza el bombardeo. Email, Blogs, Twitter, Facebook, Tuenti, YouTube, Skype, Gtalk… forman parte de ese ejército de distracciones que golpean cada día y que te ponen más difícil hacer tu trabajo.
Pero es que ¡todo es tan bonito y agradable! ¿Cómo no caer en estas distracciones? Ahí tengo información, ahí tengo buenos ratos, ahí tengo gente interesante, ahí me lo paso bomba… Es como ir a una fiesta con barra libre, no me cuesta y me pongo las botas.
¿Hay alguna forma de evitarlas? ¿Hay algún método para no caer (tanto) en ellas? ¿Hay algo que se pueda hacer para reducirlas de una vez? Sí.
Las distracciones online (en realidad todas, no sólo las digitales)…
- Te vuelven más lento, más torpe, más ineficiente: tardas más en hacer tu trabajo.
- Te vuelven menos eficaz, menos intenso, menos lúcido: tu mente está a mil cosas.
- Te vuelven menos brillante, más vulgar, más anodino: lo mejor de ti va y viene.
En la práctica, para tu trabajo o tus estudios, son un gran obstáculo que tú te pones a ti mismo… y que tú mismo puedes eliminar. Y esa es la buena y gran noticia. En tu mano está evitar la inmensa mayoría de ellas. Ahora, ¿quieres hacerlo?
1Elige un momento para todo eso
Este primer punto es muy importante: debes fijar un momento (una hora) del día para actividades de «recreo digital». Cuando lo estableces de antemano y hay un momento específico para leer feeds, chatear por Skype o responder a tus replies de Twitter, es mucho más difícil que se pongan en tu camino. Ahora, si lo haces siempre cuando te lo pide el cuerpo, entonces caerás una y otra vez.
Elige, en función de tu carga de trabajo, de tu nivel de energía y número de tareas, qué momento del día es el mejor para atender todas estas cosas. Y elígelo pensando si tu trabajo depende de todas ellas y qué te aporta cada una a ti. Por ejemplo: leo feeds a última hora del día; hago un repaso de Twitter y Facebook en los últimos 15 minutos de la mañana… y así con el resto. De ese modo, cuando venga la tentación la eliminarás más fácilmente con el «ahora no es el momento para esto».
2Crea un «firewall mental»
Ante estas distracciones la mejor medicina es la prevención. ANTES, (lo repito en mayúsculas) ANTES de ponerte a trabajar es absolutamente preciso que construyas un «firewall mental» que impida el paso a todas esas distracciones. Con una serie de elementales pero necesarias medidas preventivas evitarás su ataque. Y el hecho detectarlas y conocerlas por adelantado ya te dirá cuáles tienes que tomar. Algunas recomendaciones:
- Cierra el Email y cualquier (estúpido) notificador de correo nuevo.
- Nada de mensajería, ni chats ni tweets. Aquí y ahora el «tiempo real» lo necesitas para trabajar.
- Cierra todas las aplicaciones que no tengan que ver con lo que vas a hacer ahora.
- Si tienes que buscar información en Internet, hazlo antes de empezar; recopílala previamente.
- Si tu aplicación lo admite, trabaja a pantalla completa.
- Pon el móvil en modo silencio y boca abajo.
3Contraataca con tus Tareas
En lado opuesto a las distracciones están tus tareas. Las cosas que debes y supuestamente quieres hacer. Tu trabajo, tu responsabilidad, tu obligación… las cosas por las que estás ahí. Todo eso te da satisfacción personal y profesional. Nunca nadie te recordará por perder el tiempo online pero sí por ser bueno en tu trabajo. De ahí que interpretar, planificar e identificar ciertas tareas sea una buena medicina para evitar distracciones online.
Te dejo tres últimas pistas más para reforzar más tu «escudo» anti-distracciones digitales, teniendo siempre presentes tus verdaderas tareas.
- Planifica por adelantado. Quien sabe lo que tiene que hacer, quien conoce las tareas que le esperan, quien empieza el día con un mapa del camino que ha de recorrer, tiene menos posibilidades de tropezar. Quien lo pone en manos de la improvisación y el «voy trabajando según vaya viendo», entonces caerá a la primera de cambio.
- Dale un sentido a cada tarea. Hacer las cosas porque sí, ponerse con una tarea porque toca, no es encararla bien. Antes de empezar con algo dale un sentido, recuérdate el porqué y qué persigues con ella. Cuando uno le da importancia y sentido a lo que hace es más difícil desviarse del camino.
- Ojo, tarea Clave. Identificar por adelantado e interpretar las tareas más importantes del día es fundamental. Son las que dejan huella, las que producen resultados, las que te hacen avanzar en tus proyectos. Cuando las tienes bien identificadas y presentes, y además te lo recuerdas, no hay distracción digital que se ponga por delante.
4Bonus: bloqueadores de distracciones
Hay aplicaciones, utilidades y herramientas pensadas para fomentar la concentración y evitar las distracciones. Algunas inciden en una interfaz minimalista y simple, otras sirven para bloquear el acceso a ciertas webs a determinadas horas, y otras incluso interrumpen por completo la conexión a Internet.
Yo por ejemplo siempre escribo mis artículos con WriteRoom o Scrivener. Son aplicaciones sencillas que permiten la pantalla completa y que me aíslan de distracciones. Pero no tendrían ningún efecto si no hubiera puesto en práctica los tres pasos que te contado antes.