El accesorio más productivo para mi iPad

El iPad se ha convertido en una de mis principales herramientas de trabajo. Desde que lo compré (y ahora renové) no lo había utilizando tanto y con tantos usos como en estos momentos. ¿Alguna aplicación especial que he descubierto? ¿Algúna revelación? ¿O mi propia conciencia que me empuja a amortizar todo lo que he pagado por él? No, un accesorio. Un simple accesorio que ha disparado el uso y usos que actualmente le doy a mi iPad.

Un stylus y una aplicación

Cuando Steve Jobs presentó el iPad recuerdo sus comentarios sobre los bolígrafos-punteros. Es cierto que el dedo es el mejor stylus para un tablet, pero NO para ciertas tareas. Dibujar, esbozar, planear o incluso escribir, es algo que se hace mejor con un bolígrafo en la mano. Son gestos que llevamos haciendo desde niños y no resultan muy cómodos.

Fue al empezar a utilizar una aplicación, Penultimate, cuando empecé a ver las verdaderas posibilidades que me ofrecía el iPad. Y fue cuando me di cuenta que necesitaba algo más que un dedo para sacarle todo el jugo.

Con esta (fantástica) aplicación puedo tener múltiples libretas con todo tipo de contenido: esbozos, gráficos y diseños que exporto fácilmente a Evernote con un par de toques.

Penultimate en acción con mis dos stylus. Sobre el iPad el de Targus y sobre la mesa el casero

Me construí mi stylus

Antes de comprar nada decidí hacerme mi propio stylus. Utilizando un viejo bolígrafo y una esponja (sí, una esponja convencional de baño) construí mi propio lápiz-puntero (se aprecia en la foto superior). Y a fe que funcionó. Empecé a utilizarlo tanto que finalmente me decidí a comprar un stylus hecho y derecho, uno de Targus.

Usos múltiples y variados

Evidentemente los usos que uno le puede dar a un stylus y este tipo de aplicaciones (Penultimate es sólo una de las muchas que hay) depende del trabajo que desempeñe. Yo lo utilizo principalmente para:

  • Esbozar diapositivas para las presentaciones de mis cursos y seminarios.
  • Diseñar elementos o partes de mis páginas web.
  • Hacer mapas mentales.
  • Elaborar listas rápidas y checklists.
  • Recoger ideas-tareas en reuniones, llamadas de teléfono, conferece calls…
  • Estructurar el contenido de próximas charlas o conferencias.
  • Apuntar ideas, palabras o conceptos para desarrollar (en mi curso online, libros, charlas…)

La cosa termina en Evernote

¿Lo mejor? Que cualquiera de estas cosas las puedo exportar a Evernote enviando un simple correo. Todas mis anotaciones, ideas, palabras van dentro de una imagen o un PDF que va a parar junto al resto de mi documentación y notas. Pero la cosa no queda ahí. El reconocimiento OCR de Evernote hace que pueda buscar y localizar cualquier cosa dentro de esas notas manuscritas desde el iPad.

Con este sistema de iPad-Stylus-Penultimate veo que me beneficio de la escritura tradicional (pintar y borrar, la libertad de movimiento, la expontaneidad de pensamientos, la «hoja» en blanco) pero «exporto en digital» sin tener que recurrir al papel. Y al final todo se integra perfectamente con el resto de notas e información creada en el ordenador.


También te puede interesar...

Desconectar para conectar

Desconectar para conectar