7 Minihábitos para transformarte sin que lo notes ni te cueste

¿Alguna vez te has quejado de lo difícil que es crear hábitos? Yo también he estado ahí, y después de tantos años peleando con los míos, y ayudando a otras personas a desarrollar los suyos, te das cuenta de esa gran verdad que nos empeñamos en olvidar: ve a lo sencillo, hazlo fácil, apóyate en lo pequeño.

Y es que el secreto para cambiar a lo grande es hacerlo en pequeño, centrarte en dar pasos sencillos y alcanzables. Creo que no es la primera vez que te hablo de ellos, y me encanta volver a hacer a hacerlo. Porque soy un defensor firme de dejarse de cambios gigantes y forzados, y abrazar los minihábitos.

Lo que te dan los Minihábitos

No siempre he pensado así pero con la práctica —en la vida real— me convencieron. Estas son algunas de las razones por las que me he convertido en un ferviente seguidor de esta estrategia:

  • No te piden una «gran» motivación para empezar y repetir.
  • Gracias a su tamaño, el esfuerzo que debes hacer es mucho menor.
  • Los Minihábitos son concretos y fáciles de identificar: ¡sabes si lo has hecho o no!
  • No necesitas leer un libro o apuntarte a un curso para empezarlos.
  • Es muy fácil encadenar varios Minihábitos y crear una rutina poderosa.
  • Te brindan victorias rápidas que te animan a dar el siguiente paso.
  • Pasan desapercibidos para la mayoría, que prefiere buscar soluciones complicadas o apps llamativas.

Se cambia a lo grande y en serio cuando se piensa en forma de escalones, no de escaleras.

7 de mis Minihábitos

No quería que esta entrada se quedara únicamente en un “alegato” por los cambios pequeños. Por eso me parecía buena idea compartir alguno de mis Minihábitos. Y aquí te presento diez en concreto.

Y los comparto, no tanto para que los copies-pegues en tu vida, sino para que te inspires en ellos para crear en los tuyos. Es importantísimo que construyas tu propia Red de Hábitos.

Una de las ideas que incluí en mi libro Superhábitos es que cada persona tiene que tener sus propios Hábitos: decidir primero qué quiere cambiar, pensar o buscar los mejores Hábitos para eso, y luego elegirlos e incorporarlos uno a uno, conectándolos entre sí.

Aunque entre trabajo, descanso, aficiones y vida personal tengo muchos, aquí tienes siete de mis Minihábitos:

  1. Preparo la primera tarea del día siguiente
    Este es uno de mis Minihábitos favoritos, y lo llevo practicando durante años. Una vez que he identificado la tarea con la que comenzaré mañana, me aseguro de tener todo a mano para empezar sin tener que buscar en cajones, revisar mi correo electrónico o navegar por internet en busca de información.
  2. Leo y escribo 30 minutos todos los días
    (Como mínimo 30 min.) Sin importar si es ficción o trabajo. Mi mente se activa y funciona de manera diferente con estas dos increíbles actividades. Es una forma económica de ejercitar y nutrir mi mente. Si puedo, prefiero leer en papel y escribir en papel… pues ya pasamos bastante frente a pantallas.
  3. Cuando pido algo a alguien siempre incluyo una fecha
    Ya sea por correo, teléfono o en persona, indico (si puedo) cuándo lo necesito. Esto mejora mis habilidades de colaboración y reduce muchas urgencias futuras. Es un Minihábito fácil de incorporar que marca una gran diferencia.
  4. Marco lo que debo pedir o que aún no me han entregado
    De una forma u otra, siempre termino dependiendo de los demás (clientes, proveedores, colaboradores…) ya sea para recibir algo o para que completen algo en una fecha específica. Tener esto aislado e identificado en mi sistema de tareas me permite hacer un mejor seguimiento y reducir las posibilidades de que me fallen (urgencia).
  5. Bebo un buen vaso de agua al levantarme
    Durante las horas de sueño no bebemos y nos deshidratamos. Y mente funciona de pena cuando estamos así. De modo que lo primero que hago para reactivarme, cuando me levanto de madrugada, es beber un buen vaso de agua. Realmente marca la diferencia, ya que ayuda a reactivar mi cuerpo y despertar mi mente.
  6. Me esfuerzo por escribir textos “delgados”
    Si puedo, escribo correos en uno o dos párrafos. La clave para lograrlo es poner lo más importante que quiero decir, o el punto principal, en la primera frase de mi mensaje. Eso me deja menos opciones para introducciones y rodeos, y el tiempo que ahorro reduciendo la escritura de correos es significativo. Escribir textos menos pesados, no solo me ayuda a no perder tiempo innecesariamente, sino a atrapar mejor la atención de las personas que lo van a leer.
  7. Coloco cerca las cosas que más uso / consulto
    Y a la vez guardo el resto más lejos. Creo “accesos directos” en muchos aspectos de mi vida, como mi agenda de contactos en el móvil, las carpetas de proyectos en mi ordenador, los papeles y documentos con facturas o temas legales y médicos, las cosas de la cocina, el armario del dormitorio y mi gestor de notas (Obsidian).

Un cambio tranquilo y en pequeño

Llevo más de 16 años dedicado en exclusiva a ayudar a otros (y ayudarme) a transformar hábitos. Y una de las cosas que me ha enseñado la experiencia es esta: aprende a pensar en forma de escalones, no de escaleras. Mira toda la escalera el primer día, o piensa en ella de vez en cuando, pero luego olvídate de ella. Minihábitos. Uno detrás de otro. Verás cómo mejoras tu trabajo/estudios y tu vida de manera sencilla y efectiva.

¡Pequeños cambios, resultados gigantescos!


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