Comprueba con este test si estás cargando con demasiado

«¿No estarás cargando con demasiadas piedras?» Esta es una pregunta que suelo hacerle a las personas que me dicen que no les llega el tiempo, antes de proponerles el test que te voy a proponer más abajo.

piedras

Cada cosa en la que decides invertir tu Tiempo, Energía y Atención es una nueva piedra. Y cada una de ellas aumenta el peso que ya llevas encima cada día. Cada vez te cuesta avanzar más, cada vez te cuesta empezar cosas nuevas que de verdad quieres, y cada vez tienes más problemas para disfrutar de las que ya haces.

Además de llevar la carga que ya tienes, hay otro problema mayor: aceptar nuevas cosas. Cada nuevo compromiso, tarea, actividad o proyecto es una nueva hipoteca. Da igual si en apariencia es algo pequeño o incluso insignificante, en el fondo es una nueva microcarga que ayer no tenías y a partir de hoy sí. Y que se suma a todo lo que ya tienes sobre tus espaldas.

El desbordamiento con el que vivimos ya no es una tendencia, sino que lo hemos asumido como inevitable.

Y aquí viene lo más duro: esa saturación está provocada-permitida-fomentada por nosotros mismos. Claro que hay cosas que nos vienen de fuera, muchas veces impuestas por otros o las circunstancias. Pero otras muchas no… Y cuando uno asume (de una vez) esta dolorosa verda, y se da cuenta que quien primero lo paga son las prioridades, es el momento en el que se pone las pilas y empieza a decir «no» a las mil chorradas con las que cargamos.

Peeeeeero, otras muchas personas no reaccionan. Mucha gente sigue encerrada en esa tela de araña sin darse cuenta o sin querer despertar. Cada día, cada día, cada día… Aunque padecen los efectos que además van a más, no hacen mucho por salir de ahí lejos de quejarse. Lo sé y soy así de rotundo porque a mí me pasó. Y así malviví durante muchos años.

Un test para hacer frente al espejo

Bien, vale… vamos con el test que te prometía en el título de esta entrada. Una especie de retrato robot de la persona que está cargando con demasiadas piedras…

[ ] Vives según la agenda que te marcan otros. No eres dueño de tu día y tienes un poco la sensación de ser una especie de marioneta.

[ ] En lugar de estar centrado en lo que haces ahora, siempre estás pendiente de lo próximo que hay que hacer.

[ ] Vas a todas partes a la carrera. Desde la primera hora del día casi todo es vértigo y estrés.

[ ] Te resulta más fácil encontrar huecos en tu agenda para las bobadas que para lo importante de verdad.

[ ] Aunque te gustaría, ni se te ocurre poner en marcha cosas nuevas. Tienes tanto ahora, que no te queda ni Tiempo ni Energía para proyectos y actividades que sí te aportarían o que sabes que necesitas.

[ ] En tu vocabulario hay más «ojalá pudiera» y «no tengo tiempo» que «lo hago hoy mismo».

[ ] No saboreas lo que haces. Sencillamente te limitas a tachar cosas en tu lista de tareas y calendario, y a seguir adelante.

[ ] Cada vez tienes menos tiempo para lo importante, y tus verdaderas prioridades se diluyen entre tantas cosas pendientes.

[ ] La procrastinación se ha convertido en una desagradable compañera. (Y también en una perfecta excusa.)

[ ] Muchos días terminas con sentimiento de «culpa», por haberte dejado llevar por lo pequeño… pero al día siguiente no haces nada para cambiarlo.

Soltar piedras: vivir diferente

Aceptando que habrá piedras que no vas a poder soltar de golpe, o incluso de las que nunca te podrás librar, puedes y debes empezar a caminar más ligero. No es un tema de «querer ser más productivo», es que es empezar a vivir y trabajar de un modo totalmente diferente.

Y tranquilo, no tengas vértigo por desprenderte de cosas, porque no hay obligación de sacar el hacha y empezar a eliminar absolutamente todo. Muchas veces bastará con reducir y contener, para así empezar a proteger lo más importante. Y HOY es el mejor momento para empezar.


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