Mi Fórmula Ganadora para Conseguir Desconectar al 100%

Desconectar del trabajo cada vez parece misión más complicada. Y es crucial. Porque si no separas momentos trabajo y descanso, cada día tienes peores ideas, te cuesta más concentrarte, y no logras disfrutar ni de una cosa ni de otra. El «burnout» está casi asegurado. ¿Cómo conseguir desconectar?

Esta pregunta no tiene una única respuesta. Porque depende. Cada persona afronta de un modo distinto esa desconexión. Así que yo sólo puedo contarte cómo lo hago yo. Cómo poco a poco he logrado separar esas dos partes esenciales de mi día, pero que irremendiablemente tienen que ir de la mano.

El buen descanso es esencial para trabajar duro. Y de forma inteligente.

Mi «fórmula» para desconectar consiste en una serie de pautas que tras prueba-error he comprobado que me dan un buen resultado. No son cosas complicadas ni rebuscadas. Pero por su sencillez (casi obviedad) son cosas que ignoré durante años. Ahora disfruto de ellas.

Limito mis horas de trabajo. Marco una frontera.

En mi caso personal «echar horas» o «trabajar como un burro» no sirve para nada. Y desde luego no es el camino a hacer las cosas con más calidad. Para mí el trabajo es importante pero no lo más importante. Así que fijo límites, pacto conmigo un tiempo para trabajar, tiempo para descansar. Y además soy estricto.

Cuando termina mi tiempo de trabajo reconozco lo que he hecho, celebro las tareas que he completado, me felicito y me animo con los proyectos que he completado. «Por hoy vale. Mañana haré otra parte del puzle». De esta forma, además, saboreo mejor el tiempo de desconexión (descanso).

Tengo un hobby. Varios. Y fuera de Internet.

Cuando trabajaba sin parar, incapaz de desconectar, entre otras cosas era porque no tenía una afición, ni una actividad que me animara a «venga, deja ya el ordenador y a descansar».

La lectura, la fotografía, y el cine son parte esencial de mi proceso de desconexión, porque me alejan por completo de lo que habitualmente hago. Me distraen, me divierten, me enriquecen, me aportan nuevas ideas y me reinician para el día o la semana siguiente.

Cuando desconecto, desconecto. Cero distracciones.

La tecnología es extraordinaria… cuando pones tus hábitos por delante. Si no, estás a su merced. Creo que a la hora de desconectar hay que ser radical. Porque, bajo «mirar un momento el correo», «entrar un segundo a ver no sé qué», o darle al «refrescar», sólo hay una invitación a alejarte de lo que estás haciendo en tu descanso.

Basta un solo correo para calentarte la cabeza durante todo un día y que no logres disfrutar de tu descanso. O peor, decir «tengo que mirar esto» y directamente ponerte a trabajar. Mejor desconecto, y mañana estaré más fresco y despejado para atenderlo. Antes y mejor.

Muchísimas personas creen que esto de la Productividad y la Gestión Personal únicamente va del trabajo o de cómo hacer cosas. Cuando también va del descanso y de aprender a hacer nada. A desconectar.


También te puede interesar...