10 Pasos que no puedes Descuidar si quieres dominar el Email

Email¡Ay el Email! Ese caballo desbocado que un día tras otro tenemos que domar queramos o no. Si un problema —y grave— se repite en todas o casi todas las personas con las que tengo la oportunidad de hablar es el Email. Y es un problema porque en el día a día es, junto al teléfono, las distracciones y la reuniones, uno de los mayores agujeros negros de nuestra Productividad personal.

En mi opinión la solución pasa irremediablemente por empezar a entender el Email de otro modo. El Email está sobrevalorado. Si nos paramos a analizarlo serenamente en la mayoría de los casos aporta muy poco a nuestro trabajo y vida diaria. Sólo que alguien nos ha hecho creer o nos hemos convencido que el Email es nuestro trabajo y que por tanto «es fundamental».

Lo que «es fundamental» es que cada uno haga de forma excelente el trabajo por el que contrataron, que se centre a las tareas que producen resultados y que se esfuerce en actividades que aportan de verdad y que sí tienen impacto.

Del Email he hablado aquí y seguiré haciéndolo. Transmitiendo las mismas ideas —insistiendo en las más importantes— y combinando otras nuevas porque personalmente creo que es algo en lo que todos podemos mejorar MUCHO.

Ahí van 10 ideas para empezar a entender de otro modo nuestra relación de Email. Creo, profundamente, que es necesario reformular las condiciones de la relación que mantenemos con el Email.

  1. Desgastarse con el Email no produce impacto en tu trabajo.
  2. Convertir el Email en un centro de decisiones te convierte en su esclavo.
  3. Leer el Email a primerísima hora sólo contribuye a descomponer tu planificación.
  4. Chequear el Email de forma continua o utilizar notificadores tiene el mismo resultado que pilotar una lanzadera espacial con guantes de boxeo.
  5. «Chequear» el Email no sirve para nada porque no produce resultados directos.
  6. «Procesar» el Email no implica responder a todos los mensajes.
  7. El único propósito de un mensaje es que se convierta en Acción.
  8. El Email es sólo una herramienta más de las muchas que utilizas. Empieza a despreciarlo.
  9. Reducir tiempo y energía en el Email implica invertirlo en tareas que sí cuentan.
  10. Que los pinceles no le hagan olvidar al pintor por qué está ahí. El Email no es tu trabajo.

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