Uno de los hábitos de Productividad Personal que mejor y más resultado me han dado siempre, es el de empezar cada día haciendo una tarea verdaderamente importante. No abro el Email, no miro los titulares del día, no compruebo mi buzón de voz, no chequeo mis descargas, no hago clic en el navegador… lo primerísimo que hago es empezar y terminar una de las grandes tareas de mi día.
Si nunca lo has probado, te invito desde mañana mismo a hacerlo. Los resultados se ven de forma inmediata y es una manera formidable de empezar tu día de trabajo. Dame unos minutos y te explico el porqué y cómo hacerlo bien.
¿Por qué es un buen hábito?
Las Tareas Clave son la columna vertebral de tu trabajo, las cosas importantes de verdad. Las que producen resultados, te hacen avanzar, dejan huella y cuando las terminas te dan satisfacción. Hacer muy bien; incluso más, hacer extraordinariamente bien esas tareas supone que cada minuto de tu trabajo valga más.
El hecho de empezar cada día haciendo (al menos) una de estas tareas, te brinda poderosos beneficios. Atento:
Porque a primerísima hora toda tu atención, energía, intensidad y agilidad mental están intactas. Y es más inteligente invertir todo eso en una tarea importante de verdad, que no hacerlo en una tarea menor, mecánica o rutinaria. De este modo administras e inviertes mejor tu capacidad (que luego, a lo largo del día, se va perdiendo).
Porque a primerísima hora dispones de un tiempo que luego nunca es posible encontrar. El día se complica, llegan los problemas, los imprevistos y los marrones. Si no haces una gran tarea al comienzo del día luego te resultará más difícil hallar el tiempo para hacerla bien.
Porque terminar una de estas tareas a primerísima hora supone que has conseguido un avance real y tangible. Cuando de otro modo podrías estar haciendo algo de importancia irrisoria, tú ya has conseguido uno de tus 2-3 objetivos para ese día.
Porque a primerísima hora suele haber menos distracciones. Por tu parte y por la de las personas que trabajan contigo. Luego, con el transcurso de las horas, las interrupciones se disparan. Sin distracciones e interrupciones haces tu trabajo en menos tiempo y con más calidad. Y cuando hay Tareas Clave por el medio esto cuenta mucho más.
Porque completarla a primerísima hora te da ánimos y satisfacción, y te proporciona el ritmo e intensidad de trabajo que necesitarás para encarar bien el resto de cosas que te esperan.
Porque hacer una de estas tareas a primerísima hora supone dejar atrás una de las dos o tres grandes «rocas» del día. Son tareas complejas y exigentes, todo un reto para ti y tu intelecto. Así que incluso antes de abrir el Email ya has dejado atrás uno de los grandes escollos de tu agenda.
¿Cómo hacerlo bien?
Tampoco tiene mucha ciencia. Se trata simple y llanamente de hacer y completar una de las 2-3 grandes tareas de tu día. Pero para hacerlo bien y aprovechar de verdad esa privilegidada franja tiempo al comienzo del día, yo sugeriría seguir estos sencillos puntos:
- Ten muy claro antes de empezar qué tarea vas a hacer. Yo te recomiendo que la decidas incluso el día antes, momentos antes de irte a casa.
- Abre única y exclusivamente la aplicación o herramienta que necesites para hacer y completar esa tarea.
- No abras el Email porque entonces nunca podrás terminar esa tarea.
Y si «le pillas el gusto» a esto de hacer tareas importantes de verdad antes de ponerte con el resto de cosas, prueba a hacer dos Tareas Clave en lugar de una. Si puedes y te animas, inténtalo. Lo fantástico de la Productividad Personal es que aquí sí hay «Control-Z» y puedes deshacer cualquier nuevo gesto que pongas en marcha. Si lo pruebas y no te gusta o no te funciona, dejas de hacerlo :-)