Crea «cadenas» de tareas y utilízalas para acelerar tu trabajo

La técnica de crear «cadenas» de tareas consiste en enlazar ciertas tareas de manera intencionada, haciéndolas en un orden determinado, una a continuación de otra. Como si cada tarea fuera el eslabón de una cadena de la que tiras en ciertos momentos o cuando en una actividad te interesa hacer varias cosas de manera consecutiva.

Pero también sirve para romper resistencias, hacer tareas pesadas y vencer la Procrastinación.


Las cadenas están formadas por cosas que haces una detrás de otra, en un orden muy especifico e inalterado. Y esa es una de las claves que funcionen: siempre lo haces así, siempre las ejecutas en el mismo orden. Cada vez que te toca repetir esas tareas, en un día, en una semana, siempre las haces en ese orden inalterado que tú mismo has decidido.

Qué ganas tú aplicando esta técnica

Aplicando esta técnica consigues varias cosas a la vez, fíjate:

  • Sirve para hacer tareas que a veces cuesta hacer, o que nos resistimos a hacer. Como por ejemplo tareas monótonas, aburridas o incluso aquéllas que tendemos a procrastinar. 
  • También sirve para no olvidar hacer ciertas tareas en ciertos momentos u horas del día o de la semana.
  • Es muy útil también cuando quieres “forzarte” a hacer ciertas cosas que quieres empezar a hacer. El caso más claro es cuando quieres introducir algún nuevo hábito, y quieres empezar a repetir gestos, crear una rutina o fomentar la disciplina.
  • Sirve también para hacer una serie de cosas que tienen que ver con un lugar, con un sitio. Por ejemplo: yo al regresar a casa de un viaje de trabajo siempre hago 3-4 tareas en cadena.
  • Consigues ritmo, agilidad, inercia productiva, podríamos decir. Y es que una tarea «llama a la otra», y una vez que te pones en marcha con una, encuentras el ritmo para seguir con el resto. Ya sea una cadena de dos o cinco tareas. 

Cómo enlazar tareas o crear una cadena

Lo primero que habría que hacer es identificar los eslabones de la nueva cadena (las tareas), luego formar la cadena, y finalmente empezar a hacer-ejecutar esa cadena en un momento, circunstancias o lugar determinados.

Siéntate con papel y bolígrafo y repasa tus rutinas, tus hábitos, tus costumbres, tus proyectos, tus tareas en concreto. Recuerda: tanto dentro y fuera del trabajo y tus estudios. Dentro de ese repaso hazte las siguientes preguntas:

  • ¿Hay alguna tarea aburrida que te cueste hacer?
  • ¿Hay alguna que tiendes a retrasar?
  • ¿Hay alguna tarea que evitas hacer?
  • ¿Hay alguna tarea o acción que quieres empezar a hacer?
  • ¿Hay algo que siempre debes hacer cuando pasa algo o cuando llegas a un sitio? 

De esta manera te resultará fácil encontrar el primer eslabón de la cadena. Ahora lo que te falta es buscar otra u otras tareas para conectarlas y formar así una cadena que puedas reproducir. 

Un recurso productivo más a tu servicio

En mi caso utilizo esta técnica cuando tengo que hacer dos tipos de actividades o tareas:

  • Para las tareas del hogar: limpieza, organización, compras fuera de casa…
  • Para las tareas de mi trabajo que más me desagradan o que me producen más pereza: burocracia, facturas, declaración de impuestos, papeleo en general…

Crear cadenas de tareas no es algo que te cambie la vida… Es un recurso, una técnica, que va a aligerar o facilitar ciertas cosas de tu trabajo o tu vida personal o familiar, y eso para mí ya me vale. Tal vez también te valga a ti.


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