A la hora de coordinarnos con los demás, tenemos demasiados canales y bandejas de entrada. Cada vez nos llega información y nos llegan cosas por más sitios. En el trabajo hemos ido sumando herramientas y aplicaciones, muy buenas sí, pero sin acordar entre nosotros cómo y para qué vamos a utilizarlas.
Fíjate en todas las opciones que tenemos:
- Aplicación de Correo: Gmail, Outlook…
- Tareas y proyectos que permiten compartir: Asana, Todoist…
- Disco duro online para documentos: OneDrive, Drive…
- Mensajes a móvil: Whatsapp…
- Apps de grupos y mensajería: Slack, Teams…
- Llamadas y videoreuniones: Google Meet, Teams, Zoom…
- Reuniones presenciales…
- No sigo, hay más opciones.
Todo buenísimo, muy potente y muy variado pero…
¿Habéis hablado cómo vais a utilizar cada una de estas opciones?
¿Cómo vais a combinarlas entre sí sin generar un caos?
¿Para qué cosas es buena una app y para qué cosas no?
¿Qué temas nunca tocaréis (por ejemplo) por Correo o por Whatsapp?
Este tipo de documentos, ¿por dónde y cómo es mejor enviarlos?
¿Qué temas es mejor siempre hablar cara a cara para ser más claros y detallar las cosas?
¿Habéis pactado una manera de escribir y comunicar en cada una de esas herramientas (por ejemplo con los Asuntos de los correos)?
Sin hablar y acordar juntos estas cosas, cada persona del equipo (o fuera de él) utilizará cada app/canal como quiera, lo que le venga mejor en ese momento. Sin esa uniformidad y claridad de uso, crearemos un entorno de colaboración propenso a la descoordinación, las duplicidades o las urgencias, que es justos lo contrario a lo que necesitamos. Bastante complicado es el trabajo como para que nuestra falta de Hábitos lo complique más.
Es un pequeño detalle que tiene un grandísimo impacto. La diferencia entre acordarlo o no, es tremenda. Te animo a que lo habléis en el equipo o con las personas con quien más trabajes.
Y es que con Hábitos se trabaja mejor.