7 estrategias infalibles para colaborar mejor con tu jefe

El primer jefe que tuve en mi vida era muy duro. Trabajar con él era complicadísimo. Pero también me enseñó casi todo. Que la relación con él (con todos), más que un enfrentamiento, se basaba en una serie de «estrategias» que me gustaría compartir contigo. Es lo que yo he enseñado a otros desde entonces.

La idea principal es crear una conexión con él basada en hábitos y gestos que se repiten.

El primer error en el que caen muchos es verlo como el «enemigo». Si lo ves así, esa conexión con él se irá degradando más y más cada día. Eso hará que tú sufras a título personal y profesional, y hasta las cosas más pequeñas se volverán tremendamente complicadas. Comentarle algún retraso en las fechas de entrega, o pedirle un día más de vacaciones será un drama constante.

Vamos a dejar a un lado lo que él puede hacer, y lo que él debería hacer. Vamos a centrarnos en lo que TÚ puedes hacer para colaborar mejor con tu jefe…

  • 1 Estudia sus hábitos y cómo trabaja
    Observa sus hábitos y costumbres de trabajo. En qué cosas es bueno y en qué cosas es malo. Analiza también sus correos y su forma de pedir las cosas. Identifica bien lo que busca, lo que verdaderamente persigue y su motivación real. Conocerle a fondo te permitirá empezar a ver qué hacer y cuándo. Y sobre todo qué cambiar para mejorar vuestra relación. Del mismo modo, no pierdas la oportunidad de comentar con él tus propias rutinas productivas: cómo te organizas, tu flujo de trabajo, etc.
  • 2 Antes de preguntarle PIENSA
    Mi primer jefe me enseñó algo buenísimo: «Ven a preguntarme (interrumpirme) SOLO cuando no seas capaz de resolverlo por ti mismo». ¿Sabes que pasó? Que me hice más autosuficiente y maduré a la velocidad del rayo. Y cuando tenía que ir a su despacho a preguntarle, sabía bien qué tenía que decirle y que no tenía que decirle. Además, él me hacía ir ya con una o dos ideas en la cabeza. Así todo era más directo. Me enseñó a PENSAR antes de…
  • 3 Entiende bien lo que te pide
    (Sé que esto puede sonar muy obvio aquí escrito, pero en la práctica no lo es tanto. Y muchos lo olvidan. A mí me ha salvado el culo muchas veces.) Cuando te pida o delegue una tarea, pregúntate si tienes todo claro: objetivo de la tarea, contactos, material y medios, y sobre todo las dos coordenadas clave de toda tarea: QUÉ (lo que hay que hacer); y el CUÁNDO (fecha de entrega). Escapa de fechas aproximadas y estimaciones, habla con él de fechas reales. Eso es vital.
  • 4 Reconfirma por escrito lo hablado
    Mucho de lo que él te pida será de viva voz: por el pasillo, por teléfono… Si se trata de algo mediano/gordo, intenta poner todo eso por escrito. Envíale un rápido correo con lo que habéis hablado. De ese modo quedará constancia por escrito de lo que tienes que hacer, y evitarás el habitual «yo no te dije que hicieras eso» de muchos jefes. Pero ojo, porque no se trata de enviar un correo con todo.
  • 5 Dale tu informe de progresos
    No esperes a que él te pregunte en qué estás o cuánto has avanzado. Envíale tú un correo-resumen semanal de tu actividad y tus progresos. Eso te permitirá avanzar con más seguridad, él estará al tanto de todo, sabrá que no te desentiendes de tus cosas, y si hay algo que corregir o cambiar tendréis margen suficiente. Y si puedes, intenta que ese reporte sea cara a cara…
  • 6 Reúnete cara a cara con él
    Tanto de un lado como de otro, hoy abusamos del contacto digital (Correo). Por eso es buenísimo que, aunque él no lo pida, tengáis reuniones (al menos semanales) donde os veáis y no tecleéis. Eso mejorará/reforzará la conexión, podrás comprender mejor lo que busca, y te permitirá ver antes acciones y cambios para tus proyectos y clientes.
  • 7 Conecta con él en otros momentos
    Una comida de trabajo, una charla antes de una reunión, un trayecto en taxi o un café en el office… cualquier momento es bueno para charlar de otras cosas. Aunque muchos todavía no lo creen, su jefe es una persona como ellos: con aficiones, preocupaciones, curiosa… La mejor jefa que he tenido en mi vida (Gloria) sigue siendo una gran amiga mía. Y en buena parte por los ratos que pasamos hablando de «otras cosas».

Sé lo que estás pensando…

¿Es que él no va a hacer nada? ¿Todo el esfuerzo lo tengo que hacer yo?

Claro que sí. Parte de su labor es trabajar para refozar esa conexión contigo. Pero hoy estamos hablando de ti. De lo mucho que puedes hacer para colaborar mejor con tu jefe.

¡Ah! Una última recomendación: Si tienes dudas, ¡pregúntale! Que no muerde…


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