5 sencillas rutinas que me dan mucho cada día

Cada año que pasa y me sigo preocupando por cómo vivo y cómo trabajo, me doy cuenta de la brutal importancia que tienen las rutinas y hábitos que NO tienen que ver con la Productividad, al menos de forma directa. Sencillas costumbres de cada día que no se suelen encontrar en la lista de métodos para hacerte megaefectivo y vivir sin estrés, pero que creo que día a día te marcan: cómo eres, cómo haces las cosas, incluso lo que vas a conseguir.

rutinas

Pues hoy quiero compartir contigo cinco de esas sencillas rutinas que desde hace tanto tiempo me han dado tanto cada día. Ahí voy…

Comer muy pronto y además ligero

Quizá sea efecto de levantarme y empezar el día pronto, o quizá herencia del tiempo que pasé en otros países donde se come antes. El caso es que como y ceno muy pronto para los horarios españoles. En mi caso como a la 12:30 y ceno a las 19:30. Y además intento que sea todo lo ligero posible. Esto me ayuda a que la comida no se alargue, a no comer más de la cuenta, y a hacer unas digestiones más ligeras. En el caso de la cena esto se nota mucho más, puesto que me permite conciliar el sueño sin problemas.

Acostarme siempre a la misma hora

A las 22:00 como muy tarde estoy en cama. Y lo más importante: siempre soy constante en eso, incluso cuando estoy de viaje y me toca dormir en hotel. Esa constancia me ayuda a clarificar el día, a garantizar un número de horas de descanso, y también a no alargar innecesariamente el día. Si hay algo (tanto de casa como del trabajo) que no he hecho a esa hora, ya no lo voy a hacer. Mañana será otro día.

Revisar el día al acostarme

La autoevaluación sigue siendo uno de mis puntos fuertes. No sería quien soy y no hubiera llegado aquí sin hacerme preguntas: «¿qué he conseguido hoy?» «¿Qué he hecho hoy por mis prioridades y objetivos?» «¿Estoy cayendo en distracciones o procrastinación?» «¿Qué voy a hacer y cambiar mañana para..?» Esa «mejora constante» de la que siempre he oído hablar yo la encuentro a través de preguntas y respuestas, que luego me llevan a hacer cambios. Y casi siempre al repasar mi día, justo antes de dormir.

Cada día trabajo para hacerme mejor a mí y los demás. Lo hago a través de mi Método Productivo pero también de sencillas rutinas que no llaman la atención.

Leer y Descansar en modo avión

Me asusta a donde nos estamos dirigiendo con las distracciones y este mundo hiperconectado. Porque ya hasta las cosas más importantes de nuestra vida personal y familiar están perdiendo. Hubo un tiempo donde me ví a mí mismo descansando con el móvil en la mano. No podía ver de una peli o leer un libro durante diez minutos sin mirar la pantalla y mirar cualquier estupidez. Así que hice un pacto conmigo: «A partir de ahora el descanso es DESCANSO. Total desconexión». Porque quiero de verdad disfrutarlo y saborearlo. Así que me pongo en modo avión. Yo y mi tecnología. Sobre todo cuando estoy con mi familia o amigos esto me lo tomo más en serio. Y además les pido que hagan lo mismo.

Ordeno y recoloco lo que no está en su sitio

En mi despacho, en la cocina, en las habitaciones, por los armarios… si saco algo y lo utilizo, lo devuelvo inmediatamente a su sitio. O si veo algo desordenado por casa (mantas en el sofá, un libro fuera de su sitio, juguetes de los perros tirados…), lo recoloco justo en ese momento. No es que sea un obseso del orden y la organización que resopla cuando ve algo por ahí, es que mentalmente me ayuda a tener más claridad y menos caos y ruido alrededor. Soy un activo defensor de que el entorno condiciona mucho al interior. Porque eso (claro) luego se traslada a mi trabajo, mis herramientas, mis documentos y materiales de trabajo.

Cada día me levanto y sigo creyendo en la posibilidad de cambiar y mejorar las cosas. Para mí y para otros. Lo hago a través de mis Prioridades y Objetivos (mis «Drivers»), de mi Método Productivo desarrollado durante años, pero también de las pequeñas y sencillas rutinas que no llaman la atención.


También te puede interesar...