El Supertruco para Multiplicar tu Eficacia en unos segundos

Cuando tengo que dar un extra, cuando tengo que sacar muchas cosas adelante, cuando quiero conseguir concentración, cuando quiero hallar claridad y creatividad, tengo una idea a la que siempre recurro: quedarme a solas con mi tarea.

Es una idea sencilla, nada llamativa. Pero tremendamente poderosa y efectiva: yo y mi tarea a solas, sin nada delante ni alrededor.

Ese momento hace que todo lo bueno que tengo y soy, que toda mi experiencia, mi creatividad, mi lucidez, mi habilidad, mi conocimiento, que todos mis «sentidos productivos», estén volcados sobre ella. Esto, dispara automáticamente mi capacidad de trabajo, me vuelve mucho mejor.

Pero a la hora de trabajar no disfrutamos de intimidad con lo que tenemos delante. Hay tantos extraños invitados internos y externos, impuestos por otros y sobre todo autoimpuestos por nosotros mismos, que casi nunca estamos a solas con nuestras tareas.

La idea de quedarme a solas con mi tarea la descubrí de rebote, como una mera consecuencia de luchar contra las distracciones y la multitarea que me estaban condenando. Al tomar conciencia de que yo tenía la llave para mejorar cómo trabajaba, e ir eliminando invitados incómodos en el escenario, de repente me quedé a solas con mi tarea. La próxima que tengo que hacer, la que he de terminar.

Y al conseguir eso a base de esfuerzo (hay que empeñarse) fue cuando descubrí los tesoros que en realidad hay detrás de ese «quedarte a solas con tu tarea».

  • Comprensión. Cualquier problema o tarea atascada se despieza, se entiende y se soluciona antes.
  • Intensidad. Mi energía y esfuerzo están volcados en una sola cosa, en un solo punto, mirando en una sola dirección.
  • Tranquilidad. Esa cercanía, esa soledad que uno tiene con la tarea, me brinda serenidad y confianza.
  • Creatividad. Las ideas de las que me nutro nacen cuando estoy enfocado y tranquilo, comprendo las cosas y tengo un propósito en mente.

Pero después de repetir y repetir este tête à tête, de construir esta escena en la que yo me quedo a solas con mi tarea, empecé a disfrutar de otro de sus beneficios: cortar cualquier conato de procrastinación. No hay otras cosas invitándome a mirar en otra dirección, no hay excusas cerca para decir «lo hago mañana», la única tentación que tengo está delante: terminar esto ahora.

¿Quieres sacar cosas adelante en un momento determinado? ¿Quieres ser productivo esta mañana o esta tarde? Toma las medidas, pon tu de parte para conseguir ese momento de «intimidad» que te permita quedarte a solas con tu próxima tarea. Es una forma de trabajar increíble.


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