La importancia de poner tu Mente en Punto Muerto

En las últimas semanas-meses he estado trabajando una parte de mi Productividad Personal que tenía algo olvidada: mi Mente. Me he centrado en ella sin probar nuevas aplicaciones o nuevas técnicas «revolucionarias». Solo me he centrado en cuidar y mejorar (potenciar) mi herramienta Nº1.

Mente en punto muerto

¿Qué le das de comer a tu mente?

Es increíble comprobar la cantidad de gente que olvida que cada vez dependemos más de nuestra mente, de cómo esté ella, de cómo la estimulamos y la activamos, de las cosas con las que la rodeamos. La efectividad y el alto rendimiento que yo espero de mi Mente cuando me pongo a hacer cosas… depende de lo que yo la cuide.

A mi mente le pido tres cosas: Claridad, Creatividad y Rapidez. Y para conseguir eso tengo que contribuir, hacer cosas que lo propicien.

Por eso, durante una temporada larga, he estado centrado en rutinas y hábitos que la potencien. Y una de las piezas esenciales que he recuperado (digo «recuperar» porque con el tiempo lo había ido dejando de lado), es saber poner mi Mente en «punto muerto», de vez en cuando.

Lo sencillo como forma de conseguir lo difícil

Muchas veces necesitas generar ideas a lo «brainstorming», otras dar con UNA sola idea, otras hallar soluciones y alternativas a problemas o situaciones atascadas, otras analizar y pensar para tomar una decisión, y otras sencillamente descansar mentalmente y darle un respiro al coco. Y es ahí cuando viene fenomenal recurrir a ciertas tareas, actividades y rutinas mecánicas.

Es bien conocido que ese tipo de tareas mecánicas, rutinarias, manuales, que requieren casi cero nivel de atención, ponen a la mente en una especie de «modo latente»; de tal manera que se distancia del trabajo y los problemas, comienza a fluir más libremente, y termina por ver o dar con la solución que antes se resistía. Yo he recurrido a esta «técnica» desde hace muchos años, y siempre con grandísimos resultados. Pero como te decía lo había ido olvidando en pro de otras cosas.

La diferencia o el cambio que últimamente he introducido es este: ahora busco intencionadamente esas tareas, actividades y rutinas; las he incorporada en mi semana como parte de mi fórmula para mantener en forma mi Mente.

En mi caso propio, yo pongo mi Mente en punto muerto con algunas de estas tareas y actividades:

  • Cortar el césped o podar el jardín de mi casa (cosa que hago al aire libre, lo que aumenta los efectos). Lo hago 1-2 veces a la semana, dependiendo de la época del año.
  • Ordenar/Escanear carpetas, documentos, papeles, facturas o tickets. Lo hago 1-2 veces a la semana.
  • Fregar los platos y tazas. En casa tenemos lavavajillas pero muchas veces lo hago manualmente porque me ayuda.
  • Barrer el porche y limpiar el exterior de nuestra casa. Lo hago 3-4 veces a la semana (nuestros perros sueltan mucho pelo ;-)
  • Salir a pasear por los caminos de alrededor de nuestra casa. Sin rumbo ni prisas, solo a caminar.

Encontrar tu forma de ponerla en punto muerto

Es en esos momentos cuando mi mente está en punto muerto, cuando encuentro ideas, hallo soluciones, o veo alternativas que no veía cuando mi cabeza solo miraba en la dirección de la pantalla y el teclado. Naturalmente esas son MIS tareas y actividades de «punto muerto», pero fácilmente podrás encontrar las tuyas y utilizarlas para encontrar esa claridad, creatividad y rapidez que cada vez necesitas más.

No es lo único que en todo este tiempo he hecho por mi Mente. Por ejemplo la he empezado a rodear de nuevos estímulos creativos, leyendo libros de temáticas totalmente nuevas; he reducido el tiempo semanal de series y películas; he recortado el cordón umbilical con la tecnología; he vuelto a escribir novelas y poesía; y cada vez me tomo más en serio mi tiempo de Descanso.

Todo esto no son gestos de cara a la galería, o porque uno crea que tiene que estar haciendo cosas nuevas para seguir creciendo. Son cambios que deliberadamente he introducido para MI beneficio; para el de mi Mente. Me encanta mi trabajo y quiero ser bueno y rápido en lo que hago. Y eso no cae del cielo ni llega solo. Hay que buscarlo.


También te puede interesar...