¿Buscas mejorar en el trabajo? Este es el secreto: la Revisión

Uno de los secretos de las personas más productivas es que conocen sus puntos fuertes y sobre todo sus puntos débiles. De hecho, es así cómo han ido mejorando y lo hacen de forma constante: saben lo que hacen mal, detectan pequeños fallos, identifican rutinas mejorables o hábitos de trabajo no optimizados.

El Secreto para Mejorar

Y eso es un montón de gente sigue sin comprender: mejorar en el trabajo no va de hacer un montón de cosas nuevas. Tampoco de instalar la penúltima aplicación o comprar un nuevo gadget. Y mucho menos de acumular «hábitos productivos» sin ton ni son. No. Esto, en gran medida, va de dejar de corregir, optimizar o eliminar ciertas cosas que ayer te perjudicaban. Que mejorar en el trabajo va de fallar menos de lo que lo hacías ayer.

Mejorar en el trabajo IMPLICA Revisar

Peeeeeeero, para conseguir eso, antes hay que hacer algo esencial y vital: PENSAR. En forma de un ejercicio que cada día que pasa cobra más importancia: Revisar y Evaluar. Y es tan tan importante, porque cada vez estamos más desorientados, más saturados, más desenfocados y más superados por todo lo que nos rodea que crece y crece. Muchas veces porque no paramos de añadir cosas y complicarlo todo.

Revisar es echar la vista atrás y fijarte en el CÓMO más que en el cuánto. Así aprendes, haces cambios y mejoras.

Mejorar en el trabajo siempre ha sido uno de mis grandes objetivos. Todos los grandes y pequeños cambios que he podido experimentar en mi vida, todos los nuevos y potentes hábitos que he podido desarrollar, todos los proyectos que he podido completar, todo el crecimiento, aprendizaje y evolución que yo (Berto Pena) he experimentado en los últimos años, nacieron de un momento de Revisión-Evaluación-Análisis. Esa es mi fórmula para mejorar en el trabajo.

Por supuesto que no siempre acierto… me equivoco mucho. No siempre consigo lo que me propongo… fallo en mis intentos. No siempre construyo y avanzo… a veces incluso retrocedo. Pero cuando me levanto de la cama tengo un Rumbo. Y ese Rumbo lo encuentro revisando, evaluando, repasando, analizando, preguntándome. Yo mismo. A solas.

Combinando tipos de Revisiones

Hay dos grandes tipos de Revisiones: Las Periódicas, que puedes tener cada día y cada semana; pero también cada «x» tiempo o una vez al año. Y luego están las Revisiones Temáticas, que persiguen evaluar un área concreta de tu Productividad (Correo, Urgencias, Reuniones, etc.).

Si de verdad te interesa mejorar en el trabajo, mi recomendación siempre es hacer un sencillo pero potente plan-calendario de Revisiones, con sus fechas y sus objetivos. Por ejemplo:

  • Puedes fijar una revisión mensual un poco más profunda que la que haces diaria o semanalmente. Por ejemplo al final de cada mes.
  • Puedes fijar dos revisiones generales los días 30 de diciembre y 30 de junio. Dos momentos al año donde harás una evaluación a fondo del estado de tu Productividad.
  • Y luego, si quieres, puedes programar otras evaluaciones temáticas en otros momentos del año. Por ejemplo yo hago dos dedicadas a evaluar mi atención y tareas. Porque para mí son dos rincones esenciales.

¿Te parece excesivo? ¿Crees que no hay «tiempo» para este tipo de cosas? Bueno, solo tienes que pensar esto: en total todas estas Revisiones solo te quitarían unos cuantos minutos al año…. del más de medio millón de minutos que tienes. Es un precio minúsculo en comparación con TODO lo que vas a ganar. Pero lógicamente siempre puedes recurrir a la infablible estrategia de «trabajar más» y «darle duro».

Revisar y Evaluar no suena atractivo ni excitante. Pero es en el fondo la pieza del puzle que le falta a mucha gente.

¿Cómo hacer el ejercicio Revisión?

Esto siempre dependerá del tipo de revisión que hagas. No es lo mismo la diaria (más rápida, y centrada en lo último, que incluso puedes hacer mentalmente mientras haces ejercicio), que una anual más profunda, u una temática centrada por ejemplo en el Correo, donde inevitablemente tendrás que sentarte con calma y anotar cosas.

Pero en general, y sacadas de mi experiencia, yo te daría estas claves prácticas:

1.
Mejorar en el Trabajo implica evaluar el estado actual de los distintos rincones que más te importan, poniendo más foco en la parte cualitativa que en la cuantitativa. «¿Cómo lo estoy haciendo? ¿Estoy consiguiendo lo que que me había propuesto y de la manera que quería? ¿Qué está fallando o qué estoy haciendo mal?». Al Revisar es fundamental ser brutalmente honesto, no echar balones fuera y culpar a los demás de fallos propios. Algo que a los humanos se nos da muy bien.

2.
Contrapón lo que estás consiguiendo y cómo lo estás haciendo con lo que buscas: prioridades, metas y grandes objetivos. «Lo que estoy haciendo, ¿me está acercando a lo que busco? ¿Cada día añado una pieza más? ¿Estoy sumando cosas que me aportan o que me alejan de lo importante». Las preguntas las tienes que decidir tú, pero seguro que pillas la idea.

3.
Decide qué acciones o cambios vas a realizar si ves que hay algo que no va bien. Esto no va de ver errores y ya está, o de sentirse culpable o abatido. La Revisión busca la acción para corregir. ¿Has «fallado»? Pues vale, corrige y a seguir. SIEMPRE tienes que terminar este ejercicio con acciones y cambios; pueden doce, cinco o uno, lo que sea, pero la Revisión siempre tiene que llamar a la mejora continua. «No hay Acción sin Revisión, y no hay Revisión sin Acción».

¿Sabes qué? Que yo no hago Revisión porque me apasione. De hecho es me parece un coñazo pero que hago sin desaliento por lo que obtengo a cambio: mejorar en el trabajo. (Y por cierto, también en mi vida personal y familiar, solo que he preferido centrarlo en el trabajo.)

Me apetecía un montón escribir este artículo reivindicando uno de los hábitos con menos adeptos y fans, pero que en mi caso personal es uno de mis grandes secretos para mejorar en el trabajo. Ojalá haya sido capaz de despertar tu interés o de reforzarlo. Venga, seguimos adelante…


También te puede interesar...