7 Errores que debes evitar al trabajar con otros

No nos enseñan a trabajar con otros, a colaborar y coordinarnos en equipo. Se supone que es algo que uno sabe al salir de casa, o que se aprende a lo largo de los años cogiendo cosas aquí y allá. Pero lo cierto es saber trabajar con otros no es tan fácil, sobre todo si no cuidas ciertos aspectos, o caes en alguno de estos Malos Hábitos que he recopilado a continuación.

Trabajar con otros

1. No aclarar los malentendidos en el Correo

Al trabajar con otros he tenido más problemas y malentendidos a través del Correo que cara a cara. Y no hablo solo de la parte personal (reproches, peleas, etc.), sino de la gestión del trabajo: descoordinaciones, fallos en planificación, y el típico «yo creí que…» que tanto daño hace en una empresa.

Peeeeero, preferimos que «ese» correo calentito quede ahí, en tierra de nadie, diciendo muchas cosas y a la vez ninguna. En el fondo, un malentendido que no se aclara hoy, es un problema que tendrás que arreglar mañana. Y mañana te costará un Tiempo y una Energía que necesitarás para otras cosas. Solución: pregunta, aclara, llama, levántate, pide una reunión exprés…

2. Hacer sistemáticamente el trabajo de otros

(Ya sé que esto no te pasa a ti… pero por si conoces a alguien.) Cuando no sabes decir «no», cuando no preparas tu trabajo y eres consciente de todo lo que tienes que hacer, cuando te dejas llevar por falsas urgencias, y las peticiones para «ya» del que viene a tu mesa, sueles cargar con el trabajo de otros. Y además una y otra vez.

Y es que un equipo de trabajo casi siempre hay uno que tiene tendencia a endosar su trabajo a otros… Y otro que sistemáticamente carga con ese trabajo, casi sin rechistar. Es un mal hábito peligrosísimo; porque va a más, y cada vez te quita más tiempo, más resultados, más calidad de vida.

3. No comentar con tu jefe cómo trabajas

Tu jefe o mánager, ¿sabe cómo trabajas? ¿Sabe cómo te organizas, cómo planificas, cómo cuidas tus tareas clave, cómo preparas las reuniones, cómo eliminas distracciones…? Seguramente no. Porque son cosas que habitualmente no compartimos con otros. Y es una pena. Porque con el jefe (y otros) compartimos cientos de horas, cientos de reuniones, miles de correos, montones de proyectos…

Si él/ella conoce hábitos y rutinas, si sabe cómo trabajas, podréis compenetraros mejor o afinar cosas que podrían ir mejor. No sé, yo creo que no todo tiene que ser «fichar» y ya está.

4. No hacer nada con el «top interruptor»

En todos los equipos siempre hay una persona que interrumpe y distrae más que el resto. Aprovechan la mínima oportunidad para cortar tu Atención y además lo hacen sin inmutarse. Desde consultas y peticiones que podían esperar, hasta comentarios en alto que cruzan toda la oficina, o la típica chorrada que hace siglos que dejó de hacer gracia.

No hacer nada frente a actitudes así, implica consentirlas, incluso fomentarlas, lo que hace que siempre vayan a más. El perjudicado serás tú: cada vez te costará sacar más el trabajo adelante, tendrás menos ratos de concentración, y terminarás más tarde. Cada día.

5. No aportar en las reuniones e irte de vacío

Dos de los mayores errores que puedes cometer como asistente a una reunión son:

  1. Callarte, no intervenir y no aportar. En este caso habrás desperdiciado una o dos horas de tu vida sin compartir tu criterio, visión y conocimiento, cuando justamente alguien te llevó a esa sala para hacer eso.
  2. No saber claramente lo que tienes que hacer una vez la reunión termina. Lo que te llevará a no saber en qué concentrarte, hacia dónde tirar, y lo peor: tal vez generar una futura descoordinación o urgencia.

Tú dependes de ellos y Ellos dependen de ti. Tú no puedes y no debes trabajar por los demás, pero sí que puedes hacer que vuestro trabajo sea mejor.

6. No proponer cambios y mejoras a los demás

Recuerda esta frase que he puesto arriba, porque es la base del aprendizaje y la colaboración mutua. Seguro que tienes ideas o sugerencias que podrían mejorar la manera en la que trabajáis. A lo mejor algo sobre cómo son vuestras reuniones, la delegación de tareas, la gestión de los proyectos, o algún tipo de correo que os enviáis. La pregunta es: ¿las comentas y las propones? ¿Las razonas y las explicas? ¿Por qué callarte algo que te permitirá trabajar con otros mejor CADA DÍA?

7. Participar en conversaciones negativas

(Ya sé que tú no haces esto… pero por si conoces a alguien.) Al trabajar con otros es inevitable que haya conversaciones donde manda la crítica, el cinismo, el cotilleo, donde circulan los chismes, teorías estúpidas y acusaciones infundadas. Todo eso son conversaciones tóxicas. ¡Evítalas como la peste!

No lo digo solo por evitar enrarecer y destruir la atmósfera de trabajo, sino porque actúan como un enorme ladrón de tu energía y estado de ánimo. Te contagian un «mal rollo» permanente, cuando deberías rodearte de estímulos positivos, que te animen, te enchufen, y te pongan las pilas. Es la mejor manera de rendir, poner calidad en lo que haces, y vivir con una mente más limpia.

El trabajo es y seguirá siendo trabajo. Y muchos días la palabra que mejor lo describe es «Mierda». Pero hay muchos detalles y granitos de arena que puedes aportar para mejorarlo. Cada día.


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