Desconectar para conectar

Uno de los rasgos que mejor define al profesional de hoy en día es este: cada vez está más conectado. No obstante, esa casi permanente conexión con todo y con todos produce una paradoja: cada vez estamos más desconectados de lo que hacemos; cada vez estamos más alejados de donde estamos.

Hace tiempo, y por pura casualidad, me encontré en YouTube con un precioso vídeo que representa esta (triste) paradoja. Lleva por título y transmite un mensaje que cada vez veo más claro: Desconectar para conectar.

Estamos tan pendientes del chequeo, tan pendientes de contar a otros lo que hacemos, tan pendientes de ver las últimas novedades, tan pendientes de lo que han posteado otros, que no estamos aquí y ahora. Necesitamos volver aquí, para estar en lo que estamos, para estar con quienes estamos. Necesitamos alejarnos puntualmente de la tecnología que tanto nos da pero que tanto nos puede quitar si no la manejamos con buenos hábitos.

En el lado profesional pagamos un precio alto: cada vez nos cuesta más concentrarnos en una cosa y terminarla de un tirón sin distracciones o parones. En el lado personal pagamos si cabe un precio mayor: nos perdemos cosas que sólo pasan una vez.

Si te interesa tu Gestión Personal, tu Productividad o, sencillamente, cómo aprovechas el tiempo haciendo qué, te animo a ver este demoledor vídeo y sobre todo dejarlo reposar a ver «qué te dice».

Si de verdad quieres sacar más de lo que haces, poner lo mejor de ti en ello, saborearlo como la primera vez, sea donde sea haciendo lo que sea, necesitas conseguir bloques de desconexión. Ratos en el día donde estés tú solo, sin tecnología ni redes ni chequeos ni actualizaciones. Tú solo con una sola cosa o con otras personas.


También te puede interesar...