Cómo es mi Escritorio

Desktop

Animado por este post de Jeroen de El Canasto, voy a recoger algunos apuntes y comentarios de mi Escritorio, cómo utilizo algunas aplicaciones y algunos aspectos de mi trabajo frente al ordenador.

Lo cierto es que ahora ya no paso tanto tiempo frente al monitor como hace años pero el ordenador sigue ocupando una buena parte de mi día de trabajo. Así que por eficacia, organización y productividad, procuro cuidar, organizar y limpiar las partes más calientes o aquéllas que absorben más trabajo.

Escritorio

En la captura superior puedes ver mi Escritorio, lo primero que veo al despertar el ordenador (sólo lo apago cuando me voy de viaje varios días). Siempre lo encuentro así de limpio y esto es intencionado. Durante el día trabajo con archivos que voy colocando en la parte derecha de la pantalla. Pero una vez he terminado con ellos los muevo o los borro. Siempre procuro tener el Escritorio despejado y al terminar el día me aseguro que quede limpio para empezar bien al día siguiente.

Dock

Dock

Habitualmente abro mis aplicaciones con un lanzador pero mantengo algunas en el Dock de forma permanente. El único motivo para esto es porque arrastro archivos hasta ellas, lo que me permite abrirlos para editarlos con más rapidez. De izquiera a derecha tengo: Safari, Preview, Photoshop, Evernote, iTunes, TextMate.

Además tengo accesos rápidos a las carpetas de los proyectos en los que esté trabajando en ese momento (alojadas en Dropbox). Cuando termino con ese proyecto o dejo de acceder con frecuencia, retiro su carpeta o acceso del Dock. Siempre muy a mano lo que utilizo más, lo demás, fuera.

Barra de Menú

MenubarMuy poquitas cosas ahí arriba: Keyboard Maestro, Dropbox y el acceso a los dispositivos Bluetooth.

  • Keyboard Maestro: con esta (para mí) esencial aplicación pego textos predefinidos mediante atajos, simulo clics, cambio el tamaño de las ventanas o las muevo, personalizo los atajos de cualquier aplicación y un largo etcétera. Tan imprescindible para mí como la espada para un samurai.
  • Dropbox: exceptuando los archivos más voluminosos (videos y películas, backups, librerías de fotos…) lo tengo todo en Dropbox.

Aplicaciones que no se ven

  • Alfred: me sirve para lanzar aplicaciones, abrir documentos, navegar por mis carpetas, hacer búsquedas, entre otras muchas cosas. Durante muchos años utilicé Quicksilver, aplicación que abandoné por los problemas que me daba. Ninguna aplicación ha llegado al nivel de Quicksilver, pero yo (ahora) ya no necesito un Ferrari. Me basta con Alfred y me gusta.
  • TotalFinder: gran complemento para un inexplicablemente obsoleto Finder que Apple se empeña en no renovar. Me permite trabajar con pestañas, cortar archivos (mover y pegar) y trabajar con carpetas en paralelo.
  • Hazel: «mayordomo» que organiza automáticamente archivos en carpetas sin que yo haga nada. Con una serie de reglas y criterios que se aplican sobre ciertos rincones de mi Mac, el solito se encarga de mover, renombrar, borrar y muchas cosas más. Otra espada samurai.
  • MondoMouse: para activar ventanas sin tener que hacer clic sobre ellas, simplemente pasando el cursor sobre ella.

Trabajo a Pantalla Completa

Con «pantalla completa» no me refiero a la nueva característica de Lion sino a aplicaciones que pongo en pantalla completa para trabajar más cómodamente y sin distracciones. Siempre procuro trabajar así, sólo centrado en una sóla cosa y concentrado hasta terminarla. Aplicaciones como Scrivener, Apple Keynote, Pages o Photoshop siempre van a pantalla completa.

Windows

Trabajo a Pantalla Partida

En ocasiones la tarea que tengo que hacer me exige utilizar dos aplicaciones. Por ejemplo cuando estoy escribiendo código para mis páginas web. En esos casos, aprovechando la resolución de 2560×1660 de mi pantalla pongo las dos ventanas en paralelo, lo que me permite ir de una a otra con más rapidez (activo las ventanas con Mondomouse). Esas ventanas las muevo a cada extremo y divido a la mitad con un rápido atajo de teclado que he personalizado con Keyboard Maestro.

Hace tiempo tenía muchísimo más software y utilidades. Demasiadas. De hecho, instalaba cualquier cosa que se moviera y tuviera colorines. Pero me di cuenta que eso sólo contribuía a perder; perder mi atención y perder mi tiempo en instalaciones, mantenimiento y pruebas. Desde entonces procuro mantener el software al mínimo y centrarme sobre todo en terminar antes mi trabajo.


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